ADULTEZ MAYOR
LA EXPERIENCIA DE HABER VIVIDO...
La adultez mayor, generalmente considerada a partir de los 55- 60 años, es una etapa de la vida que presenta una serie de desafíos únicos y oportunidades significativas. Durante este periodo, las personas enfrentan cuestiones relacionadas con la salud, la familia, la transición fuera de la vida laboral activa, la entrega hacia los demás, especialmente los nietos, y la realización de proyectos y sueños pendientes.
Afrontando las dificultades de salud, en condiciones crónicas como la hipertensión, diabetes, artritis y enfermedades cardiovasculares son más comunes y suelen agravarse. El control de estas condiciones requiere un régimen de salud estricto, incluyendo medicación, dieta y ejercicio. Esto ayuda a mantener y mejorar la movilidad y autonomía por más tiempo. La movilidad puede verse afectada por problemas en las articulaciones, osteoporosis o debilidad muscular, lo cual puede limitar la independencia. Adaptar el hogar y utilizar dispositivos de asistencia puede ser necesario.
La salud mental también es una preocupación: la depresión, ansiedad y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer son más prevalentes. Mantenerse activo mentalmente, socializar y buscar apoyo psicológico puede ayudar. Algo que será de mucha ayuda, que se encuentra al alcance de casi todas las personas es el asiduo contacto familiar: la conexión intergeneracional con hijos y nietos es vital. Celebrar reuniones familiares, participar en eventos importantes y mantener una comunicación regular ayuda a fortalecer estos lazos.
Esto ayudará a lograr la resolución de conflictos intergeneracionales que puedan surgir. La experiencia y sabiduría de los adultos mayores pueden ser valiosas para mediar y resolver disputas familiares. Y por supuesto, siempre será un invaluable apoyo emocional para todos los miembros de la familia, escuchándolos y ofreciendo consejo, es una manera de mantener la cohesión familiar y de sentirse valioso dentro del núcleo familiar.
Esta etapa tiene desafíos particulares como el abandono de la vida laboral activa. Muchas personas pueden sentir una pérdida de identidad y propósito. El retiro puede ser una transición difícil, y será crucial encontrar nuevas formas de realizarse y sentirse útiles. Las actividades sustitutivas como participar en voluntariados, hobbies, viajes o proyectos comunitarios puede llenar el vacío que deja el trabajo y proporcionar un sentido renovado de propósito y satisfacción. La estabilidad financiera también es una preocupación: asegurar que se tienen los recursos financieros adecuados para vivir cómodamente durante la jubilación es esencial. Esto incluye gestionar ahorros, pensiones y otras fuentes de ingresos.
La entrega hacia los demás, especialmente a los nietos es lo que ocupa el mayor espacio en esta etapa. Ejecutar el rol de abuelos proporciona un inmenso placer y propósito. El tiempo pasado con los nietos no solo fortalece el vínculo familiar, sino que también permite transmitir valores, historias y tradiciones familiares. El apoyo a los hijos adultos sigue siendo central, ya sea con el cuidado de los nietos, apoyo emocional o incluso financiero, es una forma significativa de mantenerse involucrado y de apoyar a la familia.
En cuanto a la realización de cosas pendientes y proyectos a futuro cercano, muchas personas se abocan a los viajes y aventuras, explorando lugares que siempre quisieron visitar, cumpliendo sueños pendientes, viviendo experiencias únicas. Esto garantiza un aprendizaje continuo, ya que el deseo de aprender no disminuye con la edad. Muchas personas toman cursos, aprenden nuevos idiomas, o se dedican a nuevas aficiones como formas de mantenerse mentalmente activos y satisfechos. Dedicarse a la escritura, la pintura, la música, o cualquier otra actividad creativa puede ser extremadamente gratificante y proporcionar un sentido de logro.
La adultez mayor es una etapa de la vida que, aunque llena de desafíos, también ofrece numerosas oportunidades para el crecimiento personal, la realización y el fortalecimiento de los lazos familiares. Manejar las dificultades de salud, mantener a la familia unida, encontrar un nuevo propósito tras el retiro, y entregarse a los demás, especialmente a los nietos, son aspectos fundamentales. Además, es un periodo ideal para cumplir proyectos pendientes y explorar nuevas pasiones, asegurando una vida rica y plena en los años dorados.