TESTIMONIO: "caminando hacia el cambio, con mi familia"

Desde que empezó su camino bariátrico, Marian tuvo en todo momento el apoyo de su familia. Sin ella, nada de esto hubiese sido posible. Testimonio de cómo la familia es sostén, es contención, es empuje, es motor, es paz, es cuidado, y sobre todo, es mucho amor.

TESTIMONIOS DE FAMILIAS

Marian Estefanía Bravo

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Es difícil escribir esto, en realidad no sé por donde empezar... Lo único que puedo decir antes de comenzar a contarles sobre este camino que recorrí y que sigo recorriendo, es empezar con una pregunta "¿tienen a alguien que los acompañe?¿qué esté para ustedes?". Esa fue la primera pregunta que me hizo mi cirujano la primera vez que fui a una consulta. Al principio pensé que era raro, pero después entendí que era la realidad: sin una red de contención lamentablemente va a ser extremadamente difícil. ¿Saben cual fue mi respuesta inmediata? SI!!!... en ese momento las primeras personas q se me vinieron a mi mente fue mi familia (la de sangre y la de elección propia). Sin ellos hoy no sería la persona que soy, sin ellos no hubiera superado las barreras que se me presentaron (tanto psicológicas, emocionales y físicas). Así de importantes fueron y son para este camino que comencé hace 2 años y todavía me queda mucho por delante.

Me operé un 22/02/2023, pero el camino empezó mucho antes: empezó cuando en el año 2020 decidí empezar terapia y ver que estaba pasando conmigo: empecé a entenderme más y cambiar cosas que eran necesarias (por ejemplo, siempre esperar la aprobación de los demás, y empecé a buscar la mía propia). Cuando pensé en la cirugía estuve un año antes tratándolo en terapia, hablando de mis miedos, y no fue fácil. Al principio, me acuerdo que fue "pruebo y me fijo". Y empecé, con pasitos de bebe: voy a una consulta, me hago los estudios, voy a la nutricionista, voy cambiando hábitos... pero no sabia aún si me iba a operar.

Durante todo ese proceso mi familia me escuchó y me apoyaba en cualquier decisión que llegara a tomar. Nunca me presionaron (eso fue genial), y cuando termine todo, el cirujano me dio fecha el bendito 22/02/2023. Decidí por mi misma, por mi bienestar, para cerrar un ciclo de dejarme de lado, de no pensar en mí, de no amarme correctamente... y me operé.

La operación fue rápida: estuve internada 3 días y me dieron el alta. Estaba bien, fui a casa, mi mamá se quedo conmigo y pensé q todo marchaba bien. Después de 4 días, me desperté con sangre en mi drenaje y me costaba respirar, la verdad mucho no me acuerdo. Se q llamé a mi mamá, llamamos al médico, me ayudó a llegar a la clínica y me desvanecí, no entendía q estaba pasando... tenía mucho frío. Me atendieron super rápido, me estabilizaron y me operaron nuevamente. Después me explicaron que hubo una complicación por estar deshidratada (porque no tomé los 2 benditos litros de agua que me habían dicho q sí o sí tenia que tomar). Cuando me desperté tenía a mi hermano y a mi mamá al lado mío, no me dejaron sola nunca. Me enteré que había estado también mi cuñada apenas se enteraron de lo sucedido pero estaba mi sobrinita bebé, muy chiquita, y no se podían quedar tanto tiempo. Estuve una semana internada, recuperándome, en ese tiempo se turnaron entre mi mamá, mi cuñada y mi amiga (la hermana q me dio la vida) para cuidarme durante el día y la noche. Sin ellas no se qué habría hecho, voy a estar eternamente agradecida. Y, obviamente, a los médicos también que me realizaron chequeos diarios para asegurarse que estuviera sana y sin más complicaciones.

Como les dije, después de una semana me dieron el alta y volví a casa. Voy a reconocer que no fui la mejor persona cuando volví. Me sentía débil, en ese momento hacía más de 20 días que no consumía alimento sólido, y me planteaba una y otra vez que fue la peor decisión que pude tomar. Sinceramente, tenía mucho miedo a la muerte, a volverme a despertar desangrándome. Así que, en esos días atacaba a cualquiera q me dijera algo, todo me molestaba, levantaba el tono de voz e insisto, NO FUI LA MEJOR PERSONA en esos días, pero mi familia siguió ahí, firme como un roble: nunca se enojaron, siempre me entendieron.

Con el tiempo me recupere y volví a la vida "normal", hice todo como me indicaron los médicos (incluso los 2 litros de agua)y regularmente, sin falta, iba a cada control médico y ni comía nada que no debía (el miedo es el que más te enseña). Hoy me encuentro sana: mis estudios dieron de maravilla, puedo comer de todo pero prefiero la comida más sana y nutritiva. Me doy mis gustos y aprendí a amigarme con la comida y llevar una relación sana. Voy a gimnasio mínimo 3 veces por semana, y sigo trabajando en mí misma. Tengo días buenos y días malos, como todos los seres humanos.

Fue y es un largo camino. Cuando te recuperas de la parte física, empieza la parte un poco más complicada que es la psicológica. Aparece la famosa DISMORFIA CORPORAL, que no ves realmente la imagen real en el espejo. Cuesta reconocerte, porque te seguís viendo exactamente igual (a antes de la cirugía). Me acuerdo que cada vez que iba a una consulta médica pensaba: "tendría que haber bajado más", "todavía estoy demasiado excedida de peso" . Me comparaba continuamente con otras personas y, obviamente, siempre era yo la que salía perdiendo en la comparación. Reconozco que tuve algún que otro pensamiento y acción negativas sobre mí misma: por momentos, me restringí con la comida pensando que eso era bueno, que me iba a ayudar a bajar más rápido. Cada vez que iba a la nutricionista, la primera pregunta q hacia era "¿a que peso tengo q llegar?". Ella siempre me dijo lo mismo: "NO IMPORTA EL PESO, TENES QUE ESTAR SANA". Me costó entenderlo pero ¿saben qué? Por suerte siempre tuve a mi familia ahí, que me escuchó hablar una y otra vez de mis inseguridades, de mis miedos, me acompañaron constantemente sin juzgarme, como siempre SIN PRESION y con un amor incondicional tremendo.

Ésta es una pequeña parte de mi camino: no fue fácil, no es fácil, lucho con mi cabeza todos los días pero también cuento con personas a mi alrededor que me aman y acompañan día a día. Si estás pensando en comenzar este camino, mi consejo es HACELO PERO ENTENDÉ QUE NO ES SENCILLO: UNO ES SU PROPIO ENEMIGO, PERO CON LA AYUDA DE TUS SERES QUERIDOS (en mi caso fue mi mamá, mi hermano, mi cuñada y mi mejor amiga) podes seguir adelante y sentirte plena.

Espero que tomes este consejo: AMATE, SIEMPRE, PREOCUPATE POR VOS, TOMÁ

UN DÍA A LA VEZ Y VALORÁ A ESAS PERSONAS QUE SIEMPRE ESTAN AL LADO TUYO Y TE AYUDAN A LEVANTARTE CADA VEZ QUE TE CAES. Sin ellos, no hubiera podido superar ese tiempo oscuro lleno de miedos y claramente son los que están a mi lado actualmente en mis días buenos y no tan buenos.

Marian Estefanía Bravo.

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