SUICIDIO: UN MAL DEL QUE NO SE HABLA (pero sucede)

Puede que se crea que hablando se propaga la idea... Puede que sea que nos refleja nuestra propia vulnerabilidad... Puede que no tengamos las respuestas, pero sin duda del SUICIDIO casi no se habla y es lo que como familias no puede quedar afuera de nuestras charlas. Saber más para hacer mejor.

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man in black crew neck shirt
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Es paradójico... cómo es que sucede tanto en el mundo y no se habla de ello. La OMS dice que cada 40 segundos mure una persona por suicidio. No se puede leer esta última frase sin horrorizarse, sin que se te ponga la piel de gallina. Y lamentablemente todos conocemos a alguien que creyó que esa era la salida de todo.

El suicidio no puede explicarse por una única causa. Es el resultado de una combinación de múltiples factores que llevan a la persona a sentir que no hay alternativa viable. Entre ellos, las enfermedades mentales, como la depresión y los trastornos de ansiedad, son determinantes, pero no las únicas variables. Aspectos como la presión social, sentimiento de fracaso, soledad o un duelo no resuelto también son combustible que alimentan esta idea de salida rápida de lo que se está viviendo.

El suicidio afecta a personas de todas las edades: niños, adolescentes, adultos y ancianos. Cada etapa de la vida tiene sus propios desafíos y tensiones. En los adolescentes, muchos indicadores demuestran que los problemas relacionados con la identidad, el acoso escolar, la presión académica y las relaciones familiares conflictivas pueden desencadenar pensamientos suicidas. En los adultos, las preocupaciones por las dificultades económicas, desempleo o problemas conyugales pueden ser detonantes. En los ancianos, situaciones de soledad, la pérdida de seres queridos o el deterioro físico son factores de riesgo. Pero aunque no lo quisiéramos pensar, también puede afectar a niños, sobre todo en los casos en situación de vulnerabilidad.

La atención a la persona con intenciones suicidas requiere un enfoque integral e interdisciplinario. Tanto de diferentes profesionales como de todas las personas y espacios con los que el individuo interactúa: familia, amigos, escuela, club deportivo, trabajo, ya que todos ellos pueden jugar un papel decisivo. La coordinación entre psicólogos, psiquiatras, médicos de primaria, orientadores familiares, trabajadores sociales, educadores y la red de apoyo personal es crucial para detectar las señales de riesgo y brindar una intervención oportuna.

El entorno del individuo puede influir tanto positiva como negativamente en su estado emocional. Un ambiente familiar conflictivo, el aislamiento social o la falta de apoyo pueden agravar su sensación de desesperanza. Por el contrario, un entorno que ofrece escucha activa, empatía y recursos para procesar el dolor puede marcar la diferencia en la vida de una persona en crisis.

Una persona que contempla el suicidio puede estar experimentando una crisis emocional intensa, muchas veces asociada a un duelo no procesado. Puede ser una pérdida de un ser querido, una ruptura amorosa, la pérdida del empleo, o incluso un cambio brusco en la vida que no ha podido similar. En estos casos, el individuo no logra elaborar el duelo de manera saludable y ve el suicidio como una vía para escapar del sufrimiento que parece insuperable.

El suicidio es un problema grave y multifactorial que afecta a personas de todas las edades y clases sociales. Su prevención requiere un enfoque integral y colaborativo, que incluya tanto a profesionales de la salud mental como al entorno social del individuo. El trabajo conjunto entre la familia, amigos, instituciones educativas y espacios comunitarios es clave para detectar señales de alerta, brindar apoyo emocional y, sobre todo, ofrecer opciones que permitan al individuo encontrar salidas saludables a su dolor.

Es fundamental hablar abiertamente sobre el suicidio, sin tabúes ni estigmas, para que las personas que están sufriendo sientan que pueden pedir ayuda antes de que sea demasiado tarde. El suicidio no es la solución al dolor, y con el apoyo adecuado, se puede encontrar esperanza incluso en los momentos más oscuros.

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