Paternidad Vulnerable

Son innumerables los desafíos de ser padre, y la sensación de responsabilidad inacabable, aún cuando ya las acciones de los hijos ya son tomadas con libertad. Nuestro legado es nuestra responsabilidad, siempre se siente así, y duele cuando la realidad nos golpea. Horacio nos trae una historia al respecto.

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Horacio Colombo

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a couple of people hiking
a couple of people hiking

Ser Padre no implica ser invulnerable a los embates que se presentan. La idea del súper-papá titánico que todo lo puede es un mito que la realidad desvanece. El binomio padre-madre de conducción familiar no jerarquiza a uno sobre otro, ni en la alegría, ni la tristeza.

No fue una entrevista de consulta, fue el encuentro ocasional con un vecino a quien conozco hace muchos años. Su figura era la de alguien derrotado, me resultaba difícil recuperar la estampa de aquel hombre que había sido portador de una imponente presencia. Excelente y próspero comerciante, artesano de prestigio, formador de jóvenes que se acercaban a él para que los instruyera en su oficio para ganarse la vida con decencia. De fuerte temperamento, solidario y siempre dispuesto a dar una mano, como pocos. En ese momento tenía ante mí, un hombre emocionalmente quebrado. Con sus ojos llenos de lágrimas, me dijo con un hilo de voz: "fracasé como padre". Tuve que controlar el impulso de abrazarlo y compartir lágrimas. Uno de sus hijos había sido llevado lejos para cancelar una deuda con la justicia. "No... usted no fracasó, su muchacho ya es grande y responsable de sus acciones", alcancé a balbucear. Intenté decirle algo más pero no pude: las palabras parecían haberme cancelado.

Conozco al resto de sus hijos y puedo dar testimonio de ellos, por el respeto y amabilidad que manifiestan en todo momento. Tan solidarios y buena gente como su padre, condición que hoy se ve reflejada en el carácter de los nietos. Ese día me costó disolver la tristeza: conocía a mi vecino y su familia. No fueron pocas las ocasiones en las cuáles supe de la desesperanza y temor que le causaba el avance de una sociedad sin fundamentos para el bien común.

Es probable que haya personas que se acercan a nosotros profesionalmente pensando que tenemos todo resuelto como orientadores de familia. Estoy seguro de que habrá colegas con esas características, pero no es mi caso. A los médicos también en ocasiones les duele la cabeza. Los abogados suelen recibir demandas y a los buenos mecánicos también se les avería el automóvil. Luego de años de práctica, no soy inmune al dolor emocional en la familia y permanezco tan vulnerable como el primer día o quizás, más.

La tristeza del acontecimiento me llevó a buscar en mis fuentes de información, algún escrito que me ayudara a superar el momento de tristeza. Encontré el siguiente escrito de Andy Skydmore y adapté para facilitar el mensaje.

Lo que dicen los padres y lo que verdaderamente quieren decir, para evitar cualquier confusión

Haz la Cama / Aprende buenos hábitos

Limpia tu cuarto / Ordena tu vida

Ten cuidado / Eres muy valioso para nosotros

No conduzcas rápido / No soportaríamos vivir sin ti

Largá el teléfono / Largá el teléfono

Haz los deberes / Aprende todo lo que puedas

No lo gastes todo / Guarda siempre algo para emergencias

Es tarde / Descansa lo necesario

Recoge tu ropa / Recoge tu ropa

Qué bueno que seas eficiente en tu trabajo / Nos sentimos tan orgullosos

Dale de comer al perro / Preocúpate por las cosas y por los demás

Apaga la luz cuando te vayas / Sé responsable

Termina tu proyecto / Usa tus dones y talentos al máximo

Estás tan alto / Falta tan poco para que te vayas de casa

Saca la basura / Saca la basura

La universidad es importante / Estar preparado para la vida es importante

Vestite sobrio / Luce bien, siéntete bien

Y una expresión que no debe confundirse nunca…

Sé bueno / Sé bueno

Los anaqueles de las bibliotecas y la nube informática están repletos de información acerca de la conducta a desarrollar para ser mejores padres. Pero todos los "habría" y "tendría" son las capacidades verbales en potencial, de una construcción lingüística, solo eso.

Las escuelas para padres suelen no alcanzar su objetivo porque la relación familiar entre mamá, papá e hijo/a, es suí géneris (única en su género). Lo único capaz de apuntalarla es el ejemplo, con principios coherentes y reflejados, puestos en práctica entre ellos. Aún así cada descendiente es responsable conforme a sus derechos y obligaciones en el accionar, asumiendo las consecuencias de su conducta en beneficio o perjuicio de los demás. Nuestra obligación como orientadores es mostrar el camino y alertar acerca de los posibles obstáculos. Indicar las mejores rutas en el mapa de una vida impregnada de valores y virtudes. Lo nuestro no es conducir, apenas informar acerca de los riesgos de una conducta desordenada.

Los padres también somos vulnerables. No perdemos la calidad de hombre rudo ante los desafíos que aparecen, la pulimos para convertirnos en seres humanos.

Horacio Colombo. Licenciado en Ciencias para la Familia (UA).

(1)Chocolate caliente para el Alma

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