Indicios

La bondad está a la vuelta de la esquina, y dentro nuestro. Simples actos de grandeza, nos permiten tocar el alma del otro. ¿Es magia? No, son ejemplaridades que hemos cosechado del bien hacer de nuestros padres. Todo lo que hacemos, nuestros hijos lo notan. Y aprenden.

MAPATERNIDAD+FAMILIA+

Lic. Horacio Colombo

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man holding card with seeking human kindness text
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Una anciana se detiene en la esquina para cruzar la calle. Su mano derecha carga la bolsa que indica haber realizado las compras diarias. De repente, se detiene a su izquierda, un joven de musculosos brazos tatuados y apariencia de pocos amigos. Ella lo mira, él sonríe. Extiende su brazo sólido como una columna y le dice: "apóyese en mí y la ayudo a cruzar".

Una mamá sentada en la plaza mira como su pequeño hijo disfruta el área de juegos. Lo llama y entrega una golosina. El pequeño la desenvuelve y tira el papel al piso. Con tanta dulzura como el caramelo, la joven madre le indica que debe recogerlo y tirarlo luego en la basura. Él niño se niega y pide que lo haga ella. "No", responde la madre con voz firme pero amorosa, "es tú caramelo, entonces es tu papel".

Un señor elegante con un vistoso portafolios de tela, traspone el umbral de una institución geriátrica. Presiona el llamador y es recibido con una sonrisa y un agradable: "Hola señor Linares". Apresura el paso para no ser visto por las personas sentadas en el salón principal e ingresa a la cocina. Luego de quitarse el saco, se pone la pechera de trabajo y comienza a lavar la vajilla después del almuerzo de los residentes. Pidió hacerlo hace tiempo, es su silenciosa manera de expresar gratitud -más allá del dinero que aporta- a la institución que con tanto amor y esmero cuidó de su padre en el último tiempo, antes de su partida.

Es domingo, una adolescente recibe un mensaje en su celular: "Hoy a la tarde nos encontramos todos en...". Ella responde con increíble velocidad, propia de sus delgados dedos: "Hoy no. Voy a pasar la tarde con mis abuelos".

El generoso accionar en estas breves historias, son indicios que en el interior de quienes las protagonizan habita la semilla de una bondad que abrillanta su ser. Bondad producto de lo aprendido en teoría y robustecida con el ejemplo de sus mayores. El diccionario da a la palabra INDICIO el siguiente significado: "Fenómeno que permite conocer o inferir la existencia de otro no percibido".

La pedagogía familiar orientada a la concepción de valores y virtudes, genera una diligencia imposible de ocultar o disimular, en circunstancias que sean necesarias, ya sea como dinámica de solidaridad y/o gratitud. La educación familiar positiva (aquella que solo busca el bien común del grupo y el entorno), parece haber quedado a medio camino al conocer episodios de la vida cotidiana granizando y menospreciando el respeto por el otro, que en definitiva es el respeto por uno mismo.

Las horas del día son abundantes en indicios de acontecimientos que demuestran un acciones silenciosas de cortesía espiritual. Es bueno y esperanzador estar más atentos, prestar más atención para descubrir esos indicios que son mucho más frecuentes de lo que podemos imaginar. Una buena semilla no crece de un día para el otro y sus frutos pueden alcanzar alturas insospechadas.

Las acciones de bien, asumidas por voluntad propia, son el resultado de la mnemotecnia aprendida y vista puesta en acción desde pequeños, en la familia, inculcadas con el ejemplo de mamá y papá. Podrán aparentar estar ocultas u olvidadas, pero jamás desaparecen.

Horacio Colombo. Lic en Ciencias para la familia (UA).

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