Es tiempo de volver a la familia!!
Entender a la familia en toda su complejidad e importancia, requiere un compromiso profesional y humano que nos convoca a dar lo mejor de nosotros mismos. La mirada del Lic. en Ciencias para la Familia Horacio Colombo, sobre lo majestuoso que es trabajar para el mejor bien común: la familia.
FAMILIA+
Horacio Colombo
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Se denomina familia al conjunto de personas agrupadas para una actividad en común. Por ejemplo: Familia educativa, familia municipal, familia deportiva, etc.
Quienes nos dedicamos al bienestar de la familia, tan vituperada y minimizada actualmente, nos enfocamos en la familia parental: esposa/o, hijos, abuelos, tíos y demás parientes en general. Acompañamos y fortalecemos emocionalmente al grupo familiar consolidado o que busca hacerlo para darle sentido a la unión, como proyecto de vida en común. Esto, sin afectar moral, espiritual o físicamente la felicidad de ningún semejante. La familia es un vórtice energético de valores y virtudes, en construcción permanente. No buscamos darle un tinte confesional a la tarea, sino antropológico, teniendo a la familia como construcción social de expansión positiva.
Desarrollamos ésta actividad con máxima seriedad y respeto hacia el grupo, tratando de no aplicar un parche transitorio e invasivo a situaciones carentes de armonía, sino buscando encontrar radicalmente una solución pacífica. Sabemos de las lesiones irreparables que suele ocasionar un desmembramiento del núcleo familiar sin el debido consenso de sus integrantes. La nueva condición de vida genera en lo inmediato o a futuro, en especial a los hijos, situaciones emocionales poco felices para uno o varios de sus miembros.
Urge la necesidad de una nueva construcción social que deje de lado la fría teoría Darwiniana de “supervivencia del más apto”, por la idea reparadora, nutritiva y saludable del “Homo subeundeam” (hombre solidario), en la cual el rol de la familia es protagonista irremplazable y fundacional de la sociedad.
El bien común familiar no es un esfuerzo esporádico que surge para agotarse paulatino hasta la desaparición total. Es una tarea permanente, no exenta de los desafíos propios de la vida. Hoy el ser humano, emergente obligado de la desorientación propia de un mundo con aspiraciones exclusivamente materiales, aparece buscando una salida que oxigene su persona para alcanzar realización. Como la piedra que, al tocar el agua quieta, genera un circulo que se expande concéntricamente, la familia ofrece esa posibilidad y vamos a su encuentro. El propósito no es idealizar la familia ubicándola en un sitial imposible de alcanzar, sino ir buscando y utilizar herramientas que permitan armonizar la convivencia y por ende la vida
Jamás postularemos que la tarea es fácil, pero eso no la convierte en una misión por alcanzar lo imposible. Solo necesita, buena intención por lograr el objetivo.
Lic. Horacio Colombo
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