EL VALOR DE CAMBIAR

Muchas veces escuché a gente grande decir "ya soy así, estoy demasiado viejo para cambiar". Y siempre me ha chocado la frase, porque la edad nunca detiene a nadie para lograr el éxito. Las excusas sí lo hacen.

De repente me doy cuenta que para poder cambiar se requiere un inmenso CORAJE. No solo para girar el timón del barco en otra dirección, sino para ser verdaderamente sinceros con lo que deseamos en la vida. Para vernos en el espejo del alma y sincerarnos con aquello que siempre quisimos ser.

Podremos poner miles de excusas (reales o no): el matrimonio, los hijos, las cuentas que pagar, la agenda, los compromisos asumidos y la lealtad en corresponder... Pero nada te permite escapar de despertar a los 50 años siendo muy diferente del que soñabas ser a tus 20.

Pero ¿realmente estamos tan lejos de serlo?¿Cuántas veces nos escondimos detrás de esas excusas para no intentarlo? El miedo a fracasar nos paraliza y nos empuja a jugar siempre a lo seguro. Porque ir detrás de nuestros sueños requiere valor, tenacidad, resiliencia... requiere tener una voluntad más grande que la autoindulgencia.

Celebremos quien a los 40 años ha cambiado de trabajo porque no era feliz en donde estaba. Aplaudamos a quienes han decidido comenzar una familia a los 38. Festejemos a quienes con 43 se han ido de su país para buscar nuevos horizontes, con 2 hijos a cuesta. Felicitemos a quien decidió irse a vivir a su lugar de ensueño a los 60.

Reconozcamos el valor de hacer lo que siempre quisimos hacer, sin poner excusas. Aún no es tarde para eso que deseamos con el alma, no desperdiciemos el tiempo. "Trabajar para realizar tus sueños, porque todos ellos son posibles" es la mejor enseñanza que le podemos dejar a las generaciones que nos siguen.

¿Qué opinas sobre esta nota? Entre todos crecemos y aprendemos