El descubrimiento maravilloso

Cuando otras culturas dicen que los seres humanos somos seres de luz, muchas veces creemos que es en sentido figurado. Con la ciencia moderna podemos certificar que la luz de la creación es real, así como la fuerza vital del amor en la familia. Para leer y reflexionar, de la mano de la mirada de Horacio Colombo.

FAMILIA+

Lic. Horacio Colombo

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La segunda mitad del siglo XX, se presentó con la impronta de una serie de guerras, que ocultaron la realidad superior del hombre. Guerra civil española (1936-1939); guerras de los Balcanes (década de 1990); guerra civil rusa (1917-1922); guerra de independencia irlandesa (1919-1921). Guerras interregionales: Primera Guerra Mundial (1914-1918); Segunda Guerra Mundial (1939-1945); guerra ruso-japonesa (1904-1905,).Vietnam (1955-1975); Corea (1950-1953).

Fue en esa segunda mitad cuándo comenzó a circular entre las personas que exploraban el mundo de la espiritualidad, la idea que el hombre es “un ser de luz¨. Numerosos referentes del concepto, como Edgar Cayce y Helena Blavatsky, entre otras personas exploradoras del Ser, impregnaron de romanticismo y misterio el devastador panorama que presentaba un mundo embriagado por luchas fratricidas sin sentido. La ciencia por su parte, anclada en la capacidad de observación y razonamiento, ignoró la nueva idea sin darle la debida importancia.

Sin embargo del carril mismo de la ciencia, en el año 2011,la Dra Teresa Woodruff, científica de la Universidad de Northwesten,Illinois,EE.UU y una de las autoras del estudio publicado en la revista científica,” Cientific Reports” fotografía y filma la explosión de luz que produce el espermatozoide al fecundar el óvulo. ( ver BBC News mundo,28-4-2016,internet)

Un descubrimiento es algo que ya existía y aún no se conocía .Se corre el velo que lo oculta y se puede ver. Por lo tanto el revolucionado concepto revelado por los espiritualistas que eleva al hombre como “un ser de luz”, propio de la segunda mitad del siglo XX , pasó a tener un sólidez científica.

Por lo tanto la familia, como generadora de vida, es portadora de la magnífica función y responsabilidad de no opacar el brillo que posee desde el momento mismo de la concepción cada integrante del grupo familiar, ya sea biológicamente generado o solidaria y amorosamente incorporado al núcleo y generado lumínicamente en otro vientre fecundado.

Lic. Horacio Colombo

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